Stephanie Melgarejo: “Tener a Jesús en mi Vida es Correr con Ventaja”

Stephanie Melgarejo es una de las referentes del fútbol femenino profesional en Argentina. A sus 21 años, la defensora de River Plate ha vestido la camiseta de la selección nacional en varias categorías y ha demostrado su talento y su pasión por el deporte que ama. Pero además de ser una gran futbolista, Stephanie es una fiel seguidora de Jesús, a quien considera su mayor fortaleza y su guía en cada desafío.

En esta entrevista exclusiva para nuestro blog, Stephanie nos comparte su testimonio de fe y nos cuenta cómo vive su relación con Dios en el ámbito del fútbol, donde no siempre es fácil expresar sus convicciones. También nos habla de sus sueños, sus metas y sus proyectos para el futuro, tanto dentro como fuera de la cancha.

Stephanie empezó a jugar al fútbol desde muy pequeña, siguiendo los pasos de su hermano mayor. “Siempre me gustó el fútbol, desde que tengo uso de razón. Jugaba con mi hermano en el barrio, con los chicos, hasta que un día me llevó a un club donde había un equipo femenino. Ahí empecé a entrenar y a jugar por diversión, sin pensar que podía llegar a ser profesional”, recuerda.

A los 12 años, tuvo la oportunidad de probarse en River Plate, el club de sus amores, pero en la modalidad de futsal. “Quedé seleccionada, pero me dijeron que tenía que esperar dos años para poder fichar porque era muy chica. Al año me aburrí y dejé, pero después volví y me ficharon. Estuve jugando un tiempo en futsal hasta que me pasé a cancha de 11 y ahí fue cuando llegué a primera división, gracias a Dios”, relata.

Su ascenso fue meteórico y pronto llamó la atención de los entrenadores de la selección argentina. “Me fueron dando minutos en la primera de River y también pasé por la selección sub-17 y sub-20. Además estuve con la mayor, aunque nunca competí oficialmente. Siempre me enamoré y me apasioné por el fútbol y siempre di lo mejor de mí y anhelé mejorar cada día. He aprendido mucho y sigo aprendiendo”, afirma.

Pero más allá de sus logros deportivos, Stephanie tiene una historia de fe que vale la pena conocer. Su primer acercamiento a Dios fue a través del fútbol y de su hermano. “Íbamos a entrenar con un entrenador a un club de barrio; eran todos hombres, menos yo. Un sábado me viene a buscar mi hermano y me dice: ‘Titi, ¿querés ir a la iglesia?’, y le dije que sí. Me acuerdo que me había gustado, pero hasta ahí”, cuenta.

Sin embargo, un día todo fue distinto: “A los 14 años conocí a Dios, y hubo una palabra que marcó mi vida, y hasta el día de hoy Dios me ha sorprendido. Escuché que Él tenía planes de bien para mí, que me amaba y que quería lo mejor para mí. Eso me llenó de esperanza y me hizo ver la vida de otra manera”.

Desde entonces, Stephanie decidió seguir a Jesús y confiar en sus promesas. “Tener a Jesús en mi vida es correr con ventaja”, dice con convicción. “Él me da la fuerza, la sabiduría, la paz y la alegría que necesito para enfrentar cada situación. Sé que no estoy sola, que Él está conmigo y que todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

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