La Oración debe acompañar a la Evangelización

5 Razones por las que la Oración debe acompañar a la Evangelización. La evangelización es la misión de todo cristiano que ha encontrado a Cristo y quiere compartirlo con los demás. Sin embargo, no podemos evangelizar por nuestras propias fuerzas, sino que necesitamos la ayuda de Dios. Por eso, la oración es esencial para acompañar nuestro trabajo evangelizador. Aquí te presentamos cinco razones por las que debemos orar si queremos ser buenos evangelizadores.

  1. La oración nos da confianza en el poder de Dios. Cuando oramos, reconocemos que no somos nosotros los que convertimos a las personas, sino que es Dios quien obra en sus corazones y los atrae a sí mismo. La oración nos libera del miedo al fracaso o al rechazo, y nos hace depender de la gracia de Dios.
  2. La oración nos llena de amor por las personas. Cuando oramos, sentimos la compasión de Dios por los que no le conocen y experimentamos su deseo de que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. La oración nos impulsa a salir de nosotros mismos y a buscar el bien de los demás.
  3. La oración nos prepara para escuchar al Espíritu Santo. Cuando oramos, nos abrimos a la acción del Espíritu Santo, que es el protagonista de la evangelización. El Espíritu Santo nos guía, nos enseña, nos da palabras y nos muestra oportunidades para compartir el Evangelio. La oración nos hace sensibles a su voz y a sus mociones.
  4. La oración nos fortalece para perseverar en la evangelización. Cuando oramos, recibimos la fuerza y el ánimo que necesitamos para seguir anunciando el Evangelio con fidelidad y alegría. La oración nos ayuda a superar las dificultades, las tentaciones y las resistencias que podemos encontrar en el camino. La oración nos sostiene en la esperanza y en la paciencia.
  5. La oración nos une a la Iglesia universal. Cuando oramos, nos unimos a la gran comunidad de los discípulos de Cristo, que desde el principio han sido enviados a evangelizar a todas las naciones. La oración nos hace partícipes de la misión de la Iglesia y nos hace solidarios con nuestros hermanos y hermanas en la fe. La oración nos hace sentir parte de un solo cuerpo y una sola familia.

Como ves, la oración es indispensable para la evangelización, pues sin ella no podemos ser verdaderos evangelizadores con espíritu. Te invito a que dediques tiempo cada día a la oración personal y comunitaria, y a que ofrezcas tus intenciones por la conversión de los que aún no conocen a Cristo. Recuerda que la evangelización empieza y termina en la oración.

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