¿Hay Idolatría en los Cristianos?
Consejos para Abandonar la Idolatría
La Idolatría es el acto de adorar o venerar a algo o alguien que no es Dios. Es una práctica que va en contra del primer mandamiento de la ley de Dios: «No tendrás dioses ajenos delante de mí» (Éxodo 20:3). La Idolatría puede manifestarse de muchas formas, desde la adoración de imágenes o ídolos, hasta el amor desmedido por el dinero, el poder, el placer o las personas.
Los Cristianos estamos llamados a amar a Dios sobre todas las cosas y a servirle con todo nuestro corazón, mente, alma y fuerza. Sin embargo, muchas veces podemos caer en la tentación de la idolatría sin darnos cuenta. Podemos poner nuestra confianza y esperanza en cosas que no son eternas ni nos pueden dar la verdadera felicidad. Podemos descuidar nuestra relación con Dios y dejar de buscar su voluntad en nuestra vida.
¿Cómo podemos evitar la idolatría y vivir una fe auténtica y sincera? Aquí te compartimos algunos consejos que te pueden ayudar:
- Reconoce a Dios como tu único Señor y Salvador. Agradece todos los días por su amor, su gracia y su misericordia. Alaba su nombre y glorifica sus obras. Dedica tiempo a la oración y a la lectura de su palabra. Busca conocerlo más y más cada día.
- Examina tu corazón y tus motivaciones. Pregúntate qué es lo que más amas, qué es lo que más deseas, qué es lo que más te preocupa, qué es lo que más te ocupa. ¿Estás poniendo a Dios en el primer lugar o hay algo o alguien que ocupa ese lugar? ¿Estás buscando la gloria de Dios o la tuya propia? ¿Estás haciendo su voluntad o la tuya propia?
- Arrepiéntete de tus idolatrías y confiésalas a Dios. Reconoce que has pecado contra él y que necesitas su perdón y su ayuda. Pídele que te limpie con su sangre y que te renueve con su Espíritu. Pídele que te dé un corazón humilde y obediente, que ame lo que él ama y que rechace lo que él rechaza.
- Aleja de tu vida todo lo que te aleja de Dios. Rompe con todo aquello que te impide seguir a Cristo y vivir según su palabra. No te conformes con este mundo ni con sus valores. No te dejes engañar por las mentiras del enemigo ni por los falsos dioses. No te apegues a las cosas materiales ni a las personas como si fueran tu fuente de seguridad o felicidad.
- Busca la comunión con otros Cristianos. No vivas tu fe en soledad ni en aislamiento. Necesitas el apoyo, el ánimo, la corrección y el consejo de tus hermanos en la fe. Asiste a una iglesia donde se predique el evangelio puro y se practique el amor genuino. Participa en grupos pequeños donde puedas compartir tu vida, tus luchas, tus victorias y tus necesidades. Ora unos por otros y edifíquense mutuamente.