¿Tus Oraciones Realmente Funcionan?

“Y así como sabemos que Dios oye nuestras oraciones, también sabemos que ya tenemos lo que le hemos pedido”. 1 Juan 5:15 (DHH)

La Oración es una de las formas más poderosas de comunicarnos con Dios. Es una conversación íntima y personal en la que le expresamos nuestro amor, nuestra gratitud, nuestra confesión, nuestra súplica y nuestra intercesión. La oración no es solo un monólogo, sino un diálogo en el que también escuchamos la voz de Dios y su dirección para nuestra vida.

Pero la Oración no solo nos beneficia a nosotros mismos, sino que también tiene un impacto en el mundo que nos rodea. Cuando oramos, estamos participando en la obra de Dios y colaborando con su voluntad. La Biblia nos dice que la oración mueve el corazón de Dios y activa su poder. La Oración puede cambiar situaciones, personas y circunstancias. La oración puede traer sanidad, liberación, provisión y restauración. La oración puede hacer posible lo imposible.

No debemos subestimar el valor y la eficacia de la Oración. Tampoco debemos desanimarnos cuando no vemos resultados inmediatos o cuando enfrentamos obstáculos y oposición. La oración requiere perseverancia, fe y confianza en Dios. Debemos creer que Dios nos escucha y nos responde según su sabiduría y su amor. Debemos recordar que Dios es fiel y cumple sus promesas.

La oración es una forma de comunicarnos con Dios y de expresarle nuestro amor, nuestra gratitud, nuestra adoración y nuestra dependencia de él. También es una forma de pedirle ayuda, guía, protección y provisión para nosotros y para los demás. La oración es una herramienta poderosa que Dios nos ha dado para enfrentar los desafíos y las oportunidades de la vida. La oración puede hacer todo lo que Dios puede hacer. Sus recursos están disponibles para ti. Veinte veces en el Nuevo Testamento dice: “Pide”. Es alentador saber que las cosas que están fuera de mi control no están fuera del alcance de Dios. Tal vez yo no pueda cambiar una situación, pero puedo orar y Dios sí puede cambiarla.

Orar con fe no significa que siempre recibiremos lo que queremos o cuando lo queremos. Significa que confiamos en que Dios sabe lo que es mejor para nosotros y que actuará de acuerdo a su propósito eterno. A veces Dios dice sí a nuestras oraciones, a veces dice no y a veces dice espera. Pero siempre nos escucha y nos responde con amor y sabiduría. Por eso podemos orar con confianza y esperanza, sabiendo que él hará más de lo que podemos pedir o imaginar.

Así que no dejes de orar. No te rindas. No te des por vencido. Tus oraciones tienen un impacto. Tus Oraciones hacen una diferencia. Tus oraciones son escuchadas por el Dios todopoderoso que puede hacer mucho más de lo que pedimos o imaginamos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *