Niveles de Oración Cristiana
La Oración Cristiana es una de las prácticas más importantes y fundamentales de la vida cristiana. A través de la oración, nos comunicamos con Dios, expresamos nuestra adoración, confesamos nuestros pecados, presentamos nuestras peticiones y recibimos su guía. Sin embargo, no todas las oraciones son iguales ni tienen el mismo propósito. En este artículo, vamos a explorar tres niveles de oración cristiana que podemos cultivar en nuestra relación con el Señor: la oración comunitaria, la oración íntima y la oración continua.
Oración Cristiana Comunitaria
La oración comunitaria es aquella que realizamos en conjunto con otros creyentes, ya sea en la iglesia, en un grupo pequeño o en cualquier otro contexto. Esta oración tiene el valor de fortalecer nuestra unidad como cuerpo de Cristo, de edificarnos mutuamente con nuestras palabras y de interceder unos por otros ante el trono de la gracia. La Biblia nos anima a practicar la oración comunitaria con frecuencia y con fervor. Por ejemplo, en Hechos 2:42 (NVI) leemos: «Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración». También en Mateo 18:19-20 (NVI) Jesús nos promete: «Les aseguro que si dos de ustedes se ponen de acuerdo aquí en la tierra acerca de cualquier cosa que pidan, mi Padre que está en el cielo se la concederá. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
Oración Cristiana Íntima
La oración íntima es aquella que realizamos en privado con Dios, abriendo nuestro corazón y compartiendo nuestros sentimientos más profundos. Esta oración tiene el valor de profundizar nuestra amistad con el Señor, de conocer su voluntad y su carácter y de experimentar su amor y su paz. La Biblia nos enseña a practicar la oración íntima con regularidad y con sinceridad. Por ejemplo, en Mateo 6:6 (NVI) Jesús nos instruye: «Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará». También en Salmo 62:8 (NVI) el salmista nos invita: «Confíen siempre en él ustedes los pueblos; derramen delante de él su corazón; Dios es nuestro refugio».
Oración Cristiana Continua
La oración continua es aquella que realizamos a lo largo del día, manteniendo una actitud de dependencia y gratitud hacia Dios en todo momento. Esta oración tiene el valor de integrar nuestra fe con nuestra vida cotidiana, de reconocer la presencia y el poder de Dios en cada situación y de glorificarlo con nuestras acciones y decisiones. La Biblia nos exhorta a practicar la oración continua con constancia y con gozo. Por ejemplo, en 1 Tesalonicenses 5:16-18 (NVI) leemos: «Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús». También en Colosenses 4:2 (NVI) Pablo nos aconseja: «Dedíquense a la oración; perseveren en ella con agradecimiento».
Conclusión
La oración cristiana es un privilegio y una responsabilidad que tenemos como hijos e hijas de Dios. A través de ella podemos crecer en nuestra comunión con él y con nuestros hermanos y hermanas en la fe. Podemos practicar diferentes niveles de oración cristiana según el contexto y el propósito que tengamos. Lo importante es que no descuidemos este medio tan valioso e indispensable para nuestra vida espiritual.