Los Desafíos Cristianos se Superan con Dios
Todos enfrentamos Desafíos Cristianos en nuestra Vida. A veces son pruebas de fe, otras veces son tentaciones o dificultades. Pero sea cual sea el desafío que tengamos delante, podemos estar seguros de que no estamos solos. Dios está con nosotros y nos ayuda a superarlos.
Una de las promesas más alentadoras que encontramos en la Biblia es la que Dios le hizo a Zorobabel, el gobernador de Judá que tuvo que reconstruir el templo después del exilio. Dios le dijo: «No es por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales» (Zacarías 4:6). Con estas palabras, Dios le aseguró a Zorobabel que no dependía de sus propios recursos humanos, sino del poder sobrenatural del Espíritu Santo.
Lo mismo vale para nosotros hoy. No importa cuán grande sea el desafío que enfrentemos, no tenemos que confiar en nuestra propia fuerza o sabiduría. Tenemos al Espíritu Santo que nos guía, nos fortalece y nos capacita para hacer la voluntad de Dios. Él es el que nos da la victoria sobre el pecado, el mundo y el diablo.
Por eso, cuando nos sintamos abrumados o desanimados por los Desafíos Cristianos, recordemos esta verdad: se superan con Dios. Él está de nuestro lado y nos da todo lo que necesitamos para triunfar. No estamos solos en este desafío ni en los que vendrán. Estamos acompañados por el Señor de los Ejércitos Celestiales, que es más poderoso que cualquier obstáculo o enemigo. Confiemos en Él y veremos su obra maravillosa en nuestra vida.
Existen infinidad de desafíos que se presentan a lo largo de nuestra vida, pruebas que nos debilitan y nos absorben. Muchas veces parece que jamás acabará el sufrimiento o la preocupación; sin embargo, el que pone su confianza en Dios sabe que hay esperanza.