El Valor de la Soltería Cristiana
La Soltería Cristiana es un estado de vida que muchas personas eligen o asumen por diversas razones. Algunas lo hacen por vocación, otras por circunstancias, y otras por convicción. Sea cual sea el caso, la soltería cristiana no es una condición de inferioridad o de soledad, sino una oportunidad de servir a Dios y a los demás con libertad y entrega.
La Biblia nos enseña que Dios tiene un propósito para cada persona, sea soltera o casada. En 1 Corintios 7:7-8, el apóstol Pablo dice: «Quisiera que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de parte de Dios; uno de un modo, y otro de otro. Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo». Pablo reconoce que la soltería es un don de Dios que permite dedicarse al Señor sin distracciones ni preocupaciones.
La Soltería Cristiana también tiene un valor testimonial y misionero. Los solteros cristianos pueden mostrar al mundo que se puede ser feliz y pleno sin depender de una pareja humana, sino confiando en el amor de Dios. Asimismo, los solteros cristianos pueden aprovechar su tiempo y sus recursos para involucrarse en obras de caridad, evangelización, educación, y otras formas de servicio al prójimo.
La Soltería Cristiana no significa renunciar al amor, sino vivirlo de una manera diferente. Los solteros cristianos están llamados a amar a Dios con todo su corazón, alma, mente y fuerzas, y a amar al prójimo como a sí mismos. Esto implica cultivar una relación personal con Dios mediante la oración, la lectura de la Palabra, y la participación en los sacramentos. También implica formar parte de una comunidad de fe donde se pueda compartir la vida, la amistad, y el apoyo mutuo.
La Soltería Cristiana no es un estado definitivo ni inmutable. Dios puede cambiar los planes de una persona en cualquier momento, según su voluntad. Por eso, los solteros cristianos deben estar abiertos a la voz de Dios y a las señales de su providencia. Si Dios les llama al matrimonio, deben prepararse para asumir ese compromiso con madurez y responsabilidad. Si Dios les llama a permanecer solteros, deben aceptar ese llamado con gratitud y alegría.
La Soltería Cristiana es un valor que debemos respetar y apreciar. No es una anomalía ni un problema, sino una forma de seguir a Cristo y de contribuir al bien común. Los solteros cristianos son una bendición para la Iglesia y para la sociedad, y merecen nuestro reconocimiento y nuestro apoyo.